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El Velo
Rasgado

La Palabra De Dios

Mateo 27:51
Hebreos 10:19-22

“Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron.” Mateo 27:51

Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.” Hebreos 10:19-22

Reflexiones

Usted está invitado por el sacrificio de Jesús para hacer lo que estaba prohibido para todos, pero sino para unos pocos privilegiados en el primer siglo: caminar a través de el velo rasgado dentro del Lugar Santísimo. Esta recreación de un lugar que estaba fuera de los límites de cualquier otra persona que no fuera el sumo sacerdote está diseñado para darle a usted el mismo acceso físico que la muerte de Jesús hizo posible espiritualmente.

El velo del templo, localizado en el centro del templo de alabanza del Antiguo Testamento, mantenía a Dios separado de la mayoría de los adoradores. Así como Jesús exhaló su último aliento, Dios literalmente desgarró el velo lo cual significó su separación del resto del mundo. Fue rasgado de arriba para abajo, no por manos humanas sino por acción divina. Debido a que nadie le era permitido dentro del lugar santísimo en ese momento, cada autoridad del templo sabría que esto no fue hecho por un ser humano. Algunos de ellos tienen que haber estado horrorizados. Quizás algunos de ellos creyeron en ese mismo momento.

El desgarramiento del velo significa que por medio de la muerte de Jesús, la presencia de Dios no es más misteriosa, lejana, o disponible sólo para los líderes religiosos más eminentes. Dios le da la bienvenida a todos a quienes entren a través del sacrificio de su Hijo.

Así como usted caminó a través de la cortina, celebre su acceso a Dios, ganado para usted por medio de la obediencia, muerte, y resurrección de Jesucristo. Nosotros quienes estábamos marginados de Dios, aún bajo su ira, hemos sido acercados, limpiados, perdonados, y concedidos el entero y completo acceso en el favor y presencia de Dios.

Oración

Padre Celestial, gracias por recibir el sacrificio de Jesucristo en mi nombre, por desgarrar el velo que me mantenía alejado de ti y por darme acceso de entrar en tú santa presencia. Que yo pueda recibir tú perdón y misericordia esta temporada de Semana Santa. Así como me preparo para acercarme a la cruz en la cual mi acceso a ti es dado, que pueda yo tener la confianza y completa certeza de entrar en tú presencia. En el nombre de Jesús, Amén.